El aumento del número de pacientes que recurre a microinjertos ha hecho que cada vez haya también una mayor incidencia de cirugías fallidas o mal realizadas. Las causas pueden ser muy variadas: el uso de una técnica no adecuada, resultados pobres o insuficientes, falta de naturalidad, el antiestético efecto conocido como arreglo de microinjertos“pelo de muñeca”, la pérdida del cabello inicialmente recuperado, secuelas o cicatrices en las zonas tratadas y hasta una falta de estética son algunas de ellas.

Pero el resultado es siempre el mismo: un paciente que se siente frustrado y que ha dejado por el camino ilusiones, expectativas, dinero y, en algunos casos, con consecuencias para su salud.

La mayoría de estas cirugías fallidas tiene solución y se puede conseguir que el paciente obtenga los resultados que esperaba en un principio con un tratamiento reparador.

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